Naciones Unidas: hacia un derecho universal al aborto

Fuente: FSSPX Actualidad

Salón de la Asamblea General de las Naciones Unidas

La pandemia provocada por el SARS-CoV-2 sigue siendo un buen pretexto, porque es en nombre de la lucha contra las "desigualdades" y la "falta de respeto hacia los derechos humanos" de los que el Covid-19 habría sido la causa, que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó, el 20 de septiembre de 2023, una resolución que establece los contornos de un futuro "derecho" universal al aborto.

"¡Oh! ¡Un argumento para autorizar nuestra conducta!", escribió Shakespeare en Trabajos de Amor Perdidos. Una comedia que los lobbys abortistas están reproduciendo, porque ahora las Naciones Unidas lo promueven bajo la bandera de la "prevención de pandemias" y de la equidad, a fin de "proteger los derechos reproductivos de las mujeres". Un hermoso circunloquio para designar la cultura de la muerte.

El 20 de septiembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas llamó a los estados miembros a "tomar todas las medidas necesarias para garantizar el derecho de las mujeres y las niñas a disfrutar del mejor nivel posible de salud, incluida la salud sexual y los derechos reproductivos".

"Y esto, de conformidad con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo y la Plataforma de Acción de Beijing (…) con miras a garantizar el acceso universal a estos sistemas y servicios sin discriminación".

Una resolución que parece el esbozo de un "derecho" universal al aborto, cuyo nombre permanece en silencio, pero que no engañó a Kat Cammack: "hemos llegado a un momento crucial en el que los ciudadanos tendrán que tomar partido por lo que no están dispuestos a aceptar", explicó esta diputada de Florida, añadiendo que a partir de ahora "ya no es en los Estados Unidos ni en el Capitolio donde debemos librar esta lucha, sino a nivel mundial".

La estrategia destinada a ampliar el llamado "derecho" al aborto a nivel de las Naciones Unidas jugando con la retórica de los derechos reproductivos y la equidad fue implementada por la administración Biden a principios de 2023:

"Nuestro trabajo debe ser inclusivo. (…) Es un trabajo que debe abordar las desigualdades, no solo entre países sino dentro de cada Estado. (…) Debemos proteger a las poblaciones de las pandemias garantizándoles el acceso a servicios de salud esenciales, en particular los relacionados con la salud sexual y reproductiva", declaró en febrero pasado Pamela Hamamoto, embajadora de las Naciones Unidas.

La prueba, para Stefano Gennarini –vicepresidente del Centro para la Familia y los Derechos Humanos– de que la resolución del 20 de septiembre sí se refiere al acceso global al aborto: "el apoyo de la administración Biden al aborto, sabemos que, en última instancia, lo que está en juego es el intento de crear un "derecho internacional al aborto", dijo Stefano Gennarini en EWTN.

El tono es radicalmente diferente por parte del Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS): "Acojo con satisfacción este compromiso de los líderes mundiales para (…) garantizar la equidad y apoyar la arquitectura sanitaria global de emergencia que el mundo necesita", declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus, tras la resolución aprobada por las Naciones Unidas.

Una resolución que no es jurídicamente vinculante para los Estados miembros que todavía disponen -pero ¿hasta cuándo?– de un importante margen de maniobra en la interpretación del texto aprobado. Sin embargo, el lenguaje utilizado para expandir el aborto en nombre de la equidad y la inclusión muestra que la lucha por la vida todavía tiene fuertes batallas por delante.