Irlanda del Norte: enfrentamiento entre la Iglesia y Westminster

Fuente: FSSPX Actualidad

Monseñor Eamon Martin de Armagh, primado de toda Irlanda

Para los obispos católicos de Irlanda del Norte, la copa está llena. Los prelados publicaron un comunicado el 14 de junio de 2023, para indicar su fuerte oposición a la política educativa que el Parlamento de Westminster quiere imponer en la región de Irlanda adscrita a la corona británica.

Hasta ahora, todas las escuelas de Irlanda del Norte han tenido un amplio margen de maniobra en la forma en que aplican los planes de estudio elaborados por Londres, especialmente con respecto a los temas relacionados con la sexualidad. Pero tal vez no por mucho tiempo.

Esto debido a que el Parlamento británico ha establecido una comisión de investigación -llamada de los "derechos humanos"- para evaluar hasta qué punto los colegios y escuelas secundarias brindan "una educación adaptada a la edad, integral y científicamente precisa sobre sexualidad, salud y derechos reproductivos, incluida la prevención del embarazo precoz y el acceso al aborto".

Como era de esperar, el informe es claro: las escuelas, especialmente las católicas, en Irlanda del Norte, se consideran "sexistas", "rígidas", incluso "retrógradas".

El secretario de Estado de Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, se apresuró a acoplarse con la investigación, presentando nuevas regulaciones que obligan a enseñar temas como el aborto, la anticoncepción y aquellos relacionados directa o indirectamente con la ideología de "género".

Para entender esta cuestión, hay que retroceder unos años en el tiempo. En 2019, Irlanda del Norte se convirtió en la última provincia adjunta al Reino Unido en legalizar el aborto. De hecho, Londres condicionó la adopción de un acuerdo para restaurar un gobierno en Belfast -que se había visto privado de él desde 2017 debido a un escándalo político y financiero- a la integración del aborto en la legislación local.

Ahora es legal hasta la duodécima semana de embarazo, un período más corto que en el resto del Reino Unido. No obstante, muy pronto Westminster expresó su "frustración y decepción" por la lentitud del ejecutivo de Irlanda del Norte para implementar completamente las nuevas reglas.

Sin embargo, para los obispos de Irlanda del Norte, no es momento de transigir sobre el tema: "Después de haber impuesto ya algunas de las leyes sobre el aborto más radicales del mundo al pueblo de Irlanda del Norte, sin su consentimiento, el Secretario de Estado ahora parece decidido a imponer una visión ideológicamente sesgada a los niños", advierten.

Los prelados instan a los irlandeses a resistir al progresismo que Londres quiere imponerles: "Hacemos un llamamiento a todos los políticos de Irlanda del Norte (…) para que se opongan a las normas de Westminster. También alentamos a los padres y maestros de las escuelas de Irlanda del Norte a desafiar la descripción injusta que hace el Secretario de Estado y la Comisión de Derechos Humanos del trabajo sobresaliente que se está realizando en nuestras escuelas".

La lucha ha comenzado entre la Iglesia y Westminster...