Nigeria: continúan los secuestros de sacerdotes

Fuente: FSSPX Actualidad

El Padre Mikah Suleiman, secuestrado el 22 de junio de 2024

Desde principios de año, Nigeria ha vuelto a ser escenario de repetidos secuestros de sacerdotes. Sin embargo, el clero no es la única víctima de estos actos que afectan a toda la población y, en particular, a los niños. Desde mayo de 2023 se han registrado más de 3,900 secuestros.

El principal motivo de estos secuestros es la demanda de rescate. A los perpetradores se les llama “bandidos”. El 7 de marzo “alrededor de 300 niñas y niños fueron secuestrados de su escuela en el estado de Kaduna” (centro-norte del país). Para estos niños, el rescate exigido fue de mil millones de nairas (600,000 euros), según información de Le Monde.

El periódico indica además que esta suma debía pagarse "en un plazo de veinte días a partir de la fecha del secuestro", de lo contrario dijeron que "los matarían a todos", indicó Jubril Aminu, líder comunitario de la aldea de Kuriga, donde tuvo lugar el secuestro.

Pero, indica Le Monde, “las autoridades nigerianas declararon que “no se pagará ni un céntimo”. Desde 2022, una ley prohíbe oficialmente el pago de rescates a los autores de secuestros, bajo pena de quince años de prisión.

Malik Samuel, investigador nigeriano, señala: “El objetivo es disuadir a los posibles secuestradores de actuar por dinero. Pero se siguen pagando rescates y esta medida no ha servido para frenar el fenómeno”, concluye el periódico. Y, en efecto, el número de secuestros masivos fue mayor en el primer trimestre de 2024 que en todo 2019.

Los secuestros de sacerdotes

La Conferencia Episcopal de Nigeria indicó "en abril de 2023 que, en 17 años, de 2006 a 2023, 53 sacerdotes fueron secuestrados, 15 asesinados y 12 atacados en Nigeria", informa Aleteia. Los sacerdotes son fácilmente atacados porque los “bandidos” saben que la mayoría de las veces, si no siempre, se pagará el rescate. Esto dice el sitio InfoCatolica.

Un artículo publicado en noviembre pasado en el sitio web de L’observatoire de la Christianophobie recoge las palabras de Monseñor Matthew Kukah, obispo de Sokoto, que admitió "haber pagado rescates para liberar a los clérigos, contrariamente a la posición oficial de los obispos de Nigeria, que se niegan a pagar rescates en el caso de secuestro de sacerdotes o religiosos".

Es comprensible que, incluso si se pagan los rescates, el silencio rodee las transacciones, por un lado, porque la ley lo prohíbe y, por otro, para evitar la publicidad o poner en peligro al clero, que potencialmente se convierte en presa para ser capturado.

En 2024, ocho sacerdotes han sido secuestrados hasta el 22 de junio, fecha del último secuestro. Seis de ellos fueron liberados rápidamente, probablemente después de que se pagara un rescate. Pero el Padre Christian Ike, secuestrado en el estado de Anamba el 16 de junio, sigue detenido por sus captores, al igual que el Padre Mikah Suleiman, secuestrado el 22 de junio, informa Fides.

Por último, cabe señalar que algunos secuestros de sacerdotes son obra de yihadistas –sean “bandidos” o no– que no siempre liberan a los miembros del clero, sino que terminan matándolos.

Esta es una oportunidad para recordar que Nigeria es el país más practicante del mundo – el 94% de los fieles van a misa los domingos – y que es sin duda también el país donde los católicos son más perseguidos: cada año, cientos, si no miles, son asesinados entre quienes profesan la fe católica.