Filipinas: atentado mortal con una bomba durante una misa

Fuente: FSSPX Actualidad

El gimnasio de la Universidad Estatal de Mindanao, en Marawi, luego del ataque

El inicio del Adviento en Filipinas estuvo marcado por un ataque en la ciudad de Marawi, que dejó al menos cuatro muertos y una cincuentena de heridos, perpetrado durante la misa del primer domingo de Adviento, el 3 de diciembre de 2023, celebrada en el gimnasio de la Universidad Estatal de Mindanao.

Marawi es la capital de la provincia de Lanao del Sur, en Bangsamoro, nombre de la región autónoma musulmana creada en 2019 tras los acuerdos para poner fin a la guerra con las milicias musulmanas en Mindanao, la gran isla del sur de Filipinas.

En 2017, la región fue escenario de cinco meses de guerra tras la toma de poder por un grupo islamista y la proclamación del Estado Islámico (EI). La comunidad cristiana local fue atacada directamente: el vicario general y muchos feligreses de la catedral de María Auxiliadora fueron tomados como rehenes y liberados después de cuatro meses.

¿Un ataque de represalia?

El atentado se produjo después de que un ataque aéreo militar filipino el 1 de diciembre matara a 11 militantes de la organización Dawlah Islamiya-Filipina en Mindanao. Un jefe de Estado Mayor de las fuerzas armadas filipinas, el general Romeo Brawner, dijo que pudo haber sido un ataque como represalia por esta operación militar.

"Es una perspectiva que estamos analizando", dijo Brawner. "Según la evidencia que hemos reunido, un elevado porcentaje señala a Maute-Estado Islámico". Es probable que la explosión haya sido provocada por una granada o una bomba casera.

En un comunicado, el presidente filipino Ferdinand Marcos condenó enérgicamente estos “actos sin sentido y particularmente atroces perpetrados por terroristas extranjeros”. La Universidad de Mindanao también condenó este “acto de violencia” y se declaró “solidaria” con su comunidad cristiana y con las víctimas de “esta tragedia”.

La reacción del episcopado filipino

Monseñor Pablo Virgilio David, arzobispo de Kalookan y presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas (CBCP), destacó en un comunicado la coincidencia con el primer domingo de Adviento. Los autores del ataque, afirmó el obispo, “eligieron esta oportunidad para detonar una bomba”.

Recordando que el miércoles pasado, en muchos países del mundo, los católicos celebraron el “miércoles rojo”, día de conmemoración de los cristianos perseguidos, Monseñor David añadió que estos fieles asesinados durante la misa en Marawi "derramaron su sangre como una libación de la sangre de Cristo. Profesaron su fe durante la última misa a la que asistieron".

El Cardenal Orlando Quevedo comentó: “Esta masacre, perpetrada el primer domingo de Adviento, es el crimen terrorista más terrible cometido contra fieles inocentes en un día santo cristiano. Se trata de una trágica reconstrucción del atentado perpetrado en la catedral de Jolo", el 29 de enero de 2019, que dejó 20 muertos y decenas de heridos.

Pequeñas bandas insurgentes

Lanao del Sur y Maguindanao del Sur son parte de la Región Autónoma de Bangsamoro en el Mindanao musulmán. Los ataques de militantes a autobuses, iglesias católicas y mercados públicos son característicos de los disturbios que han sacudido la región durante décadas.

En 2014, Manila firmó un pacto de paz con el grupo rebelde más grande del país, el Frente Moro de Liberación Nacional, poniendo fin a su sangrienta insurgencia armada. Pero aún quedan pequeños grupos de insurgentes musulmanes que se oponen al acuerdo de paz, incluidos militantes que han prometido lealtad al Estado Islámico. Los rebeldes comunistas también operan en la región.