Vaticano: la reforma financiera está dando frutos

Fuente: FSSPX Actualidad

Buenas noticias para el “Banco del Vaticano”: el Instituto para las Obras de Religión (IOR) anunció haber obtenido 30.6 millones de beneficios durante su último ejercicio, casi un 30% más que el año anterior. El tratamiento de choque implementado bajo el Papa Benedicto XVI y continuado por el Papa Francisco parece haber dado sus frutos.

Jean-Baptiste Douville de Franssu no puede ocultar su satisfacción por la publicación de los últimos resultados del “Banco del Vaticano” el 14 de junio de 2024. El responsable de sacar a flote el IOR sabe que su trabajo ha permitido a esta organización alcanzar niveles de rentabilidad y transparencia para financiar importantes proyectos de beneficencia en todo el mundo, señala Omnes.

“De acuerdo con los objetivos del plan estratégico, y cumpliendo su función principal de servir a las obras religiosas de Su Santidad y de la Iglesia en todo el mundo, el IOR obtuvo en 2023 los siguientes resultados: beneficio neto de 30.6 millones de euros; +23% de ingresos netos por intereses”, informa Vatican News. El mensaje es claro: si hay una reforma estructural atribuible al actual pontificado, es la de las finanzas del Vaticano.

Una breve reseña: el “11 de septiembre de 1887”, explica Omnes, comenzó la saga del IOR, incorrectamente llamado “Banco del Vaticano”. El Papa León XIII creó entonces una comisión cardenalicia “para administrar los bienes, legados y obras piadosas que llegaban a la Santa Sede, y que esta última intentaba proteger de la confiscación por parte del Estado italiano”.

“El Instituto logró así garantizar la autonomía financiera de la Santa Sede incluso cuando Roma fue ocupada por los nazis (1943 y 1944), años durante los cuales sus espacios extraterritoriales albergaron y escondieron a multitudes de judíos y disidentes”, recuerda Omnes: las finanzas del Vaticano también se utilizaron para este fin.

El IOR es un instrumento “destinado a ayudar, precisamente, a las obras religiosas”, continúa Omnes. "No tiene oficinas fuera del Vaticano y solo recientemente obtuvo un IBAN, después de que la Santa Sede entrara en la zona de transferencia SEPA", la zona única de pagos en euros.

“Las inversiones siempre se hacen con cautela, según la llamada “regla de tres” –activos, oro, inmuebles– que garantiza la necesaria diversificación.

Técnicamente, hay que tener en cuenta un dato del TIER 1, que es el principal índice que permite comprobar la solidez financiera de un establecimiento bancario: no hay motivo de preocupación respecto al IOR, que presenta "una relación del 60 %" muy superior a las de los principales grupos bancarios europeos que, por cierto, no están sujetos a las mismas problemáticas. 

A modo de comparación, en abril de 2023, el Bank of America registró un ratio TIER 1 del 13%, y el promedio bancario europeo en junio del año pasado estaba por debajo del 16%.

A partir de ahora, el IOR está "dispuesto a desempeñar su papel en el proceso de centralización de todas las actividades de gestión de activos en el Vaticano, de acuerdo con las instrucciones" del Papa, concluyó Jean-Baptiste de Franssu.

Una nueva función que aún no ha recibido un programa claro para su implementación, y que el arquitecto de la reforma del IOR tal vez no presenciará: el presidente del Instituto termina su segundo mandato en 2024, el último según las normas promulgadas por el actual pontífice romano. A menos que este último decida lo contrario.