Una Iglesia que pierde influencia constantemente

Fuente: FSSPX Actualidad

Con motivo del 35 aniversario de las consagraciones episcopales de Ecône, el diario La Croix del 30 de junio de 2023 publicó un artículo titulado La Fraternidad San Pío X, una influencia limitada.

En el artículo se lee: "La FSSPX se renueva principalmente dentro de ella misma a través de la reproducción generacional"; "está condenada a la inmovilidad para asegurar su supervivencia"; "es una institución completamente autónoma que tiene en sí misma todos los medios para subsistir". Hace, sin embargo, una ligera concesión: "todavía queda una pequeña minoría activa", pero la impresión general que domina es la de una Fraternidad autárquica.

Lo que llama la atención en este artículo es su falta de perspectiva histórica y filosófica. Solo se ofrece al lector un análisis sociológico, descriptivo, sin esbozar nunca un razonamiento explicativo. Se limita al cómo, sin cuestionar el por qué.

Como si se tuviera miedo de que esta perspectiva se convierta en un cuestionamiento más profundo y, sobre todo, más vergonzoso. Porque presentar a la Fraternidad San Pío X como autorreproductora, inmovilista y completamente autónoma, es convertirla en una secta, pero también rodearla de un cordón sanitario que la protege de cualquier reflejo peligrosamente contagioso.

Esta ausencia de perspectiva conduce a un análisis fluido, maravillosamente tranquilizador para los partidarios de los principios conciliares. No se hace ninguna consideración a la vertiginosa disminución de las vocaciones, ni al catastrófico colapso de la práctica religiosa; ni una línea sobre la inmensa pérdida de influencia de la Iglesia actualmente.

Se dice que la Fraternidad tiene solo una influencia limitada, pero no se dice ni una palabra sobre la creciente pérdida de influencia de la Iglesia desde hace cincuenta años. ¡Triste "crecimiento"! La pastoral del avestruz parece de rigor, con la cabeza enterrada en las arenas movedizas de un magisterio ecuménico-ecológico "líquido".

El hecho de no preguntarse si esta dramática situación tiene algo que ver en la reacción de los fieles y sacerdotes apegados a la Tradición, equivale a presentar a estos últimos como extraterrestres, desconectados de las realidades contemporáneas. Esto es ciertamente tranquilizador para aquellos que creen en la apertura de la Iglesia al mundo moderno, pero ¿es cierto?

Una realidad que La Croix no menciona es que la crítica al Concilio y sus devastadores efectos ya no es, desde hace 35 años, obra exclusiva de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X. Esta crítica se manifiesta hoy, en diversos grados, entre obispos, sacerdotes, académicos, periodistas que reconocen una crisis doctrinal, moral y litúrgica, desde el Concilio e incluso a causa de él.

¡No se atreven a imaginar que la "Iglesia sinodal", actualmente en gestación, donde se tocarán temas como la ordenación sacerdotal de hombres casados ​​y la ordenación diaconal de mujeres, se convertirá en el mejor reclutador de la Tradición!

Asegurándole una influencia cada vez menos limitada entre los fieles y sacerdotes deseosos de no convertirse en miembros de una ONG servilmente alineada con una ideología biodegradable, sino de seguir siendo católicos. –Un caso que del que podremos ser testigos no en 35 años, sino en 2024, después de las dos sesiones del sínodo.

Padre Alain Lorans