Terapias de conversión: la polémica resurge

Fuente: FSSPX Actualidad

El obispo de Bayona, Lescar y Oloron publicó, el 29 de diciembre de 2023, una columna crítica contra la declaración del Vaticano que autoriza las bendiciones de las parejas del mismo sexo. Posteriormente, SOS Homophobie lo acusó de promover la “implementación de las terapias de conversión”, lo que el prelado niega.

Al mismo tiempo, un estudio publicado en Estados Unidos denunció el supuesto vínculo entre el suicidio y las terapias de conversión, una práctica prohibida en Francia por la ley aprobada el 31 de enero de 2022. El Padre Paul Sullins es doctor en sociología y profesor en la prestigiosa Universidad Católica de América, en Washington, D.C.

Durante una reciente rueda de prensa organizada en diciembre de 2023 por el Ruth Institute –una asociación católica que defiende las “terapias de conversión”, o “terapias reparadoras”, un conjunto de prácticas destinadas a combatir la orientación homosexual–, el religioso habló sobre los resultados de su investigación científica, que no siguen la misma línea de los lobbies progresistas.

En efecto, desde 2020 y la publicación de un estudio llamado Blosnich y Al, se sospecha que las terapias de conversión aumentan de manera muy significativa la tasa de suicidio entre quienes las siguen: una conclusión que el Padre Sullins pone en duda.

Para el sociólogo, el estudio de Blosnich and Al no formaría parte de un enfoque científico y, por lo tanto, carecería de fuerza demostrativa: "cometieron un error fundamental, el de atribuir una causa a un efecto que le es ajeno", explicó el Padre Sullins.

Este último también señala que, según los datos proporcionados por Blosnich, el 36% de los sujetos que expresaron pensamientos suicidas de forma general pasaron a la acción, una proporción que disminuye al 10% entre las personas que realmente siguieron una terapia de conversión...

Al menos otros cuatro estudios habrían analizado sus datos del mismo modo incorrecto, afirma el sociólogo, lo que habría contribuido a establecer la idea -falsa- según la cual estas "terapias de reestructuración" podrían inducir a conductas suicidas.

Para Jennifer Roback Morse, presidenta fundadora del Ruth Institute, "afirmar que la terapia dirigida a cambiar la orientación sexual es siempre perjudicial no está respaldada por pruebas fundamentadas".

Además, en su opinión, "las prohibiciones de estas terapias constituyen graves violaciones de derechos humanos fundamentales; los activistas que promueven esto no descansarán hasta que sus oponentes sean silenciados. Esto plantea preguntas".

Las “terapias de conversión”, ausentes durante mucho tiempo en el código penal francés, fueron prohibidas explícitamente en Francia por la ley del 31 de enero de 2022. Los autores de tales prácticas se enfrentan a dos años de prisión y una multa de 30,000 euros. Esta pena se eleva a tres años de prisión y una multa de 45,000 euros en los casos en que se trate de un menor de edad.

En Estados Unidos, el debate continúa: desde 2013, una veintena de estados americanos han ilegalizado las terapias de conversión. Cuando se le preguntó recientemente sobre la constitucionalidad de tales prohibiciones, la Corte Suprema se negó a pronunciarse.