Si es el cardenal Kasper quien lo dice...

Fuente: FSSPX Actualidad

El cardenal Walter Kasper

El cardenal emérito Walter Kasper concedió una entrevista a Passauer Bistumsblatt, el periódico diocesano de Passau, Alemania, que abordó particularmente el tema del Camino sinodal, pero también la situación actual del ecumenismo.

Después de elogiar la decisión del Papa Francisco de convocar un "Camino sinodal" de toda la Iglesia con motivo del próximo Sínodo de los Obispos convocado para el otoño de 2023, el cardenal Kasper respondió a la pregunta del periodista:

"La Iglesia católica romana en Alemania está en el camino sinodal. (…) Se escuchan palabras duras. (…) Los discursos hacen pensar en un pasaje del libro de los Hechos de los Apóstoles: 'Unos gritaban una cosa, y otros otra; porque había gran confusión en la asamblea, y la mayoría no sabía por qué estaban reunidos'. ¿Cómo es posible encontrar un denominador común con la Iglesia universal?"

El alto prelado respondió con humor: "Ha descrito usted con precisión el camino sinodal alemán, que es muy diferente de lo que se puede percibir en los medios de comunicación". Luego aclaró: "Estoy muy preocupado".

Y añadió con claridad: "No me atrevo a imaginar que algunas demandas, como la abolición del celibato y la ordenación de las mujeres al sacerdocio, puedan algún día contar con la mayoría de dos tercios de la conferencia episcopal o ser consensuadas en la Iglesia universal". No obstante, espera "que las oraciones de muchos fieles católicos ayuden a orientar el camino sinodal por las vías católicas".

El Camino sinodal está viciado desde su concepción

Posteriormente, procedió a hacer un análisis: "El Camino sinodal está estructuralmente basado sobre cimientos frágiles. No se trata de un sínodo ni de un simple proceso de diálogo. Inicialmente hay un proceso de diálogo, luego la Conferencia Episcopal toma la palabra y, finalmente, en lo que respecta a la Iglesia universal, es el turno del Papa, y cada obispo es libre de retomar en su diócesis lo que le parezca oportuno".

De esto concluye: "Es difícil imaginar cómo se puede reducir todo esto a un denominador común, dada la evidente desunión de los obispos alemanes. Además, hay un defecto de nacimiento aún más grave en cuanto al contenido", una especie de defecto original según el título de la entrevista.

"¿Por qué el Camino sinodal (...) no ha examinado las cuestiones críticas a la luz del Evangelio? Por supuesto, debemos tener en cuenta los recientes descubrimientos científicos humanos, pero la norma solo es Jesucristo. Nadie puede sentar otro fundamento (1 Cor. 4, 7)".

Estas palabras son muy claras: la ciencia no es un lugar teológico, al contrario de lo que dicen los documentos preparatorios del Camino sinodal, y muchos obispos alemanes con ellos. En otras palabras, es totalmente ilegítimo proponer cambios estructurales en la Iglesia en nombre de la ciencia y contra la revelación divina.

La Iglesia alemana, heredera del nacionalismo alemán

Finalmente, el cardenal lanzó una advertencia a la Iglesia alemana por su arrogancia: "Veo que otras naciones reaccionan con irritación cuando damos la impresión de que queremos marcarles el rumbo según el lema: 'La sociedad alemana regenerará el mundo'. Este lema nazi tuvo consecuencias terribles que aún no se han olvidado".

Debemos señalar al cardenal Kasper que esta consigna es anterior al nazismo: es resultado de la pluma de Emanuel Geibels, y concluye su poema "Deutschlands Beruf". Constituye el núcleo del nacionalismo alemán de la época, la del del káiser Guillermo I. Pero esta es precisamente la idea tras las bambalinas del Camino sinodal.