En Polonia, la tasa de natalidad disminuye drásticamente

Fuente: FSSPX Actualidad

La caída de la tasa de natalidad ha alcanzado un récord sin precedentes en Polonia, que se ha convertido en uno de los países de la Unión Europea (UE) donde la tasa de fertilidad es más baja. Un signo más de la secularización de la sociedad polaca que va de la mano de una notable pérdida de influencia de la Iglesia católica en el país.

Tras la victoria de la coalición progresista liderada por Donald Tusk, se publicaron las últimas cifras sobre la tasa de natalidad, que son bastante abrumadoras.

Entre septiembre de 2022 y septiembre de 2023 se registraron 280,000 nacimientos en el Registro Civil, 34,000 menos que el año anterior en el mismo período, lo que constituye la cifra más baja jamás registrada. Al mismo tiempo, la brecha con las defunciones se ha ampliado significativamente: de hecho, durante el año pasado, la tasa de mortalidad ascendió a 414,100.

Este es el segundo año consecutivo en que Polonia ha experimentado una disminución histórica en el número de nacimientos, lo que ilustra la crisis demográfica que ha afectado a uno de los países de la UE que envejece más rápidamente.

Y con razón: el índice de fertilidad fue de 1.33 hijos por mujer en 2021 –los datos más recientes aún no se han publicado– sabiendo que el umbral de renovación generacional está en 2.1... Entre los países de la UE, solo Malta, España e Italia están en una situación peor.

Durante una entrevista para TVN24, el economista Rafal Mundry evoca un verdadero "colapso" cuyas causas, según él, son múltiples: entre ellas, la guerra en Ucrania, un cambio de comportamiento desde la pandemia de Covid-19, así como la disminución del número de mujeres en edad fértil. 

Una encuesta realizada a principios de este año mostró que solo el 32% de las mujeres polacas de entre 18 y 45 años quieren tener hijos. Una cifra bastante baja comparable a la escasez de vivienda que sufre el país: casi la mitad de los polacos de entre 25 y 34 años todavía viven con sus padres.

Un declive demográfico que el partido nacional conservador Ley y Justicia (PiS) no logró frenar durante sus ocho años en el poder, aunque uno de sus principales objetivos era el aumento de la tasa de natalidad, estableciendo una sólida política de asistencia a las familias.

Los progresistas que acaban de triunfar en las últimas elecciones legislativas tienen otras ideas para estimular los nacimientos: permitir la financiación pública de la fecundación in vitro, aumentar el número de guarderías, ofrecer a las mujeres un diagnóstico prenatal gratuito y liberalizar el aborto.

Pero es difícil entender cómo la legalización del asesinato de niños podría hacer que la curva de natalidad aumente...

El envejecimiento de Polonia ilustra el gran movimiento de secularización de una nación que alguna vez fue enteramente católica, y la pérdida de influencia de la Iglesia local, cuya imagen no deja de ser empañada en algunos medios de comunicación desde hace varios años.

Una cosa es segura: a orillas del Vístula, los años de Juan Pablo II ya pertenecen a la historia antigua.