Los coptos en Egipto: Una trampa diabólica

Fuente: FSSPX Actualidad

Un grupo de familias rezan en la catedral de Abu Garnous, en la ciudad Maghagha, Egipto, luego del último ataque sangriento el 26 de mayo del 2017.

Los cristianos en Egipto han vuelto a ser víctimas de un ataque sangriento. El viernes 26 de mayo del 2017, un grupo de hombres armados atacaron un autobús lleno de peregrinos. El resultado: casi treinta muertos, incluyendo varios niños. He aquí un análisis de la estrategia que convierte a las coptos en Egipto el objetivo número uno del Estado Islámico, mismo que se declaró responsable del ataque.

En un artículo publicado en Le Figaro, Marc Fromager, director de Ayuda para la Iglesia Necesitada, explica que el objetivo de estos ataques repetidos hacia los cristianos es, ante todo, tomar el control y recrear un califato.

El califato es una institución espiritual y temporal, cuyas raíces se remontan a las bases mismas del islam, y que ha organizado a la comunidad musulmana por casi treinta siglos. El califa es el sucesor del profeta, el "sucesor del mensajero de Dios." Es un símbolo de unidad - política y religiosa, puesto que ambas van de la mano - entre la comunidad de creyentes llamada "Ummah".

Como el califato, señala Marc Fromager, está basado en la fuente del fundamentalismo musulmán, involucra necesariamente "una cierta homogenización de la población", misma que "se reduce a la conversión o exclusión de las minorías religiosas," siendo los cristianos los primeros en la lista.

Además, después de Irak y Siria, donde la presencia de los cristianos ha sido enormemente reducida, ocasionar terror en Egipto es una forma "de cerrar la brecha entre el Medio Oriente y África, ya sea a través de Libia - y la destrucción que realizó Estados Unidos en ese país les fue de mucha ayuda - o a través de la franja Sahel-Sahariana. Ahora, Egipto es el único obstáculo para esta unión." Al desestabilizar a Egipto, los islamistas están expandiendo el territorio de su lucha contra el mundo occidental y cristiano.

Egipto es el país con el mayor número de cristianos en el Medio Oriente. La mayoría de los cristianos son coptos, con un total de 14 millones, lo cual representa el 15% de la población, una cifra que el gobierno trata continuamente de reducir - afirmando que no son más del 2 o 3% - para evitar que los cristianos aspiren a ser representados en el ámbito público. Por lo tanto, el 90% de los cristianos orientales son egipcios; y es por eso que son el blanco principal de los soldados islamistas, sin importar que sean miembros de la Hermandad Musulmana, del Estado Islámico o de otros grupos armados.

La estrategia de acosar a los coptos incluye los ataques ya conocidos que, por un lado, mantienen el terror organizado con un mensaje de apostasía o exilio; y por el otro incitan a los cristianos a reaccionar para "desatar un espiral descendiente de violencia en donde obviamente ellos serán los perdedores," explica Marc Fromager. "Si los exasperados cristianos terminan rebelándose contra las autoridades egipcias, el Estado Islámico habrá matado dos pájaros de un tiro: debilitar el gobierno egipcio, cuyo control desean tomar, y acelerar la desaparición de los cristianos, cuya reacción habrá ocasionado más ataques violentos en su contra."

En este contexto específico, es más fácil entender la insistencia del Papa Francisco quien, en dos discursos dados el 28 de abril en El Cairo, durante su viaje a Egipto, los exhortó a luchar contra "todas las formas de violencia, venganza y odio perpetradas en nombre de la religión o en nombre de Dios." Por su parte, el Padre Rafic Greiche, un sacerdote griego católico y portavoz de la Iglesia catolica copta, declaró a la agencia de noticias Fides: "Los terroristas quieren dividir a la población egipcia sembrando discordia entre los cristianos y musulmanes. Hasta el momento no lo han logrado, y la población está todavía más unida en su rechazo hacia la violencia."

Para resumir la estrategia de los dementes de Alá: "El objetivo a largo plazo de los terroristas es expulsar a los cristianos de Egipto, como lo hicieron en Irak, donde, en cuanto el llamado Estado Islámico se apoderó de Mosul, lo primero que hicieron fue expulsar a todos los cristianos. El mismo fenómeno ocurrió en Siria, en Sudán, y ahora, están intentando reproducirlo en Egipto, el país con la comunidad más grande de cristianos en el Medio Oriente y la comunidad musulmana más grande del mundo árabe."

Esperamos que esta "Iglesia de los Mártires" - como la comunidad copta de Egipto se llama a sí misma - obtenga de esta prueba la gracia para confesar la fe verdadera. Las primeras víctimas fueron enterradas en la noche del terrible ataque. Los ataúdes, rodeados por un bosque de grandes cruces de madera, fueron acompañados a su lugar de descanso por los lamentos de la multitud: "Por nuestra alma, por nuestra sangre, nos sacrificamos por la Cruz."

Fuentes: Vatican Radio/ Le Figaro / lesclesdumoyenorient.com / La Croix / Fides – FSSPX. News 5/31/17