La situación del islamismo organizado en Suiza es preocupante

Fuente: FSSPX Actualidad

Una advertencia de Saïda Keller-Messahli, nativa de Zúrich y autora del libro "Suiza, la Plataforma Islamista: Un vistazo a lo que sucede en el interior de las mezquitas."

El 26 de agosto del 2017, Saïda Keller-Messahli respondió a las preguntas formuladas por el periódico NZZ am Sonntag, la edición dominical del diario de Zúrich Neue Zürcher Zeitung. Saïda Keller-Messahli, musulmana y fundadora, en el 2004, del "Foro para un Islam Progresista", dedicó varios años de trabajo a su libro, que fue publicado a inicios de septiembre por NZZ Libro Editions.

Nacida en 1957, en Túnez, la autora cree que Suiza está tomando muy pocas medidas contra los imanes radicales. El imán cuyas predicaciones alentaban el odio en una mezquita en Biena no fue un caso aislado, afirma la autora. Este tipo de predicaciones, que buscan desencadenar sentimientos de victimización, agresión, intolerancia y odio en la audiencia, pueden encontrarse en varias mezquitas. Los imanes radicales también suelen llevar un gran número de folletos salafistas a las prisiones y a las mezquitas. "Estos predicadores preparan las bases espirituales para la violencia."

La mayoría de los imanes que predican en las mezquitas suizas se inclinan hacia el salafismo, y "representan un islam con el que la mayoría de los musulmanes en Suiza no se puede relacionar," continúa, pues la mayoría no quiere tener nada que ver con este mundo de mezquitas e islam políticamente organizado. Para esto, hay que comprender la relación entre los musulmanes seculares en Suiza - 85% de los musulmanes - y el islam políticamente organizado: la mayoría son apolíticos. Además, muchos de ellos no se definen principalmente como musulmanes. Al igual que sucede con la mayoría de los cristianos, explica: No se comprometen ni se exponen a cuestiones religiosas.

Un enfoque más estricto hacia el islam



Saïda Keller-Messahli cree que las autoridades deben ser más estrictas y vigilar muy de cerca tanto a las mezquitas como a los oradores invitados. Los islamistas radicales se han aprovechado de la relajación política para establecerse, explica. Los imanes y capellanes musulmanes en Suiza deberían tener que registrarse públicamente. También se les debería exigir una autorización oficial para ejercer su función, así como una formación reconocida y aprobada por el Estado, y totalmente independiente de toda influencia extranjera. Actualmente, cualquiera puede autoproclamarse imán. La experta también señala que muchos de los que propagan los pensamientos radicales están vinculados a organizaciones que se encuentran fuera de Suiza. "Hay un sistema. Tenemos la impresión de que estos imanes tienen una misión muy clara," advierte.

La presidente del Foro para un Islam Progresista explica que la Liga Mundial Musulmana, dirigida por Arabia, y a la que pertenecen cincuenta estados islámicos, coopera estrechamente con los Hermanos Musulmanes y varios grupos salafistas en más de 120 países. La Liga utiliza estas estructuras para llegar a más musulmanes y ejercer su poder a través de las mezquitas; también ayuda a financiar mezquitas, escuelas coránicas e imanes en Suiza, para poder tener el mayor número posible de mezquitas y centros culturales islámicos.

Es por esto, dice Saïda Keller-Messahlim, que necesitamos declarar que ya no queremos más mezquitas en Suiza: 300 son más que suficiente. Tenemos más mezquitas en Suiza que en Bélgica, añade. Suiza es la plataforma para los imanes radicales, declara. Desgraciadamente, no muchos dirigentes y políticos se dan cuenta de la estrecha conexión que existe entre los fanáticos musulmanes en Suiza y otros países:

...exhiben una ingenuidad flagrante frente al islam organizado. Suiza debería expulsar sistemáticamente a los predicadores islamistas o evitar que ingresen al país. Las autoridades también podrían cooperar con mayor determinación respecto a las personas y organizaciones extranjeras que luchan contra los predicadores islamistas.

Aumento en las reacciones públicas adversas



El 27 de agosto, una encuesta realizada por el diario dominical SonntagsBlick reveló que el 81% de los suizos cree que las autoridades son demasiado permisivas con los predicadores que predican el odio. Asimismo, creen que el salafismo debería prohibirse. El 76% cree que el gobierno debería colocar en detención preventiva, sin límite de tiempo, a los individuos considerados peligrosos.

Hablando generalmente, la encuesta muestra un aumento en la desconfianza hacia el islam en el país. Actualmente, el 38% de los suizos se siente amenazado por los 400,000 musulmanes que habitan en el país, en comparación con el 16% en el 2004: un aumento del 137%. Quienes participaron en la encuesta también desean un mayor control sobre las mezquitas y su financiamiento, y una supervisión más estrecha a los imanes. El 55% quisiera que los imanes se formaran en las universidades suizas. Para el 83%, los imanes que desean predicar en Suiza deberían obtener una autorización oficial. El 80% cree que únicamente los dignatarios musulmanes que reconozcan el estado de derecho, la igualdad entre hombres y mujeres y la separación de la Iglesia y el Estado deberían ser admitidos en el país. El 60% de las 1003 personas encuestadas, rechazó la idea de que el gobierno reconozca el islam y lo coloque en pie de igualdad con las demás Iglesias.