Francia: proyecto sobre el fin de la vida, el matrimonio de los opuestos

Fuente: FSSPX Actualidad

La Asamblea Nacional

Mientras que los 71 miembros de la comisión especial de la Asamblea Nacional eliminaron uno tras otro los escasos obstáculos que todavía existían en la primera versión del texto gubernamental sobre el fin de la vida, FSSPX.Actualidad ofrece un resumen de las contradicciones internas que abundan en el proyecto de ley.

El simple recordatorio del mandamiento de Dios "No matarás" basta para descalificar, desde el punto de vista moral y ético, la deriva de la eutanasia incluida en el proyecto de ley sobre el fin de la vida. Pero resaltar sus contradicciones internas nos permite ver la ineptitud de un proyecto que ni siquiera puede sostenerse frente a simples argumentos ad hominem.

1era contradicción: el texto gubernamental, con los añadidos de la comisión parlamentaria especial, rompe con la tradición de seguir las directrices del Consejo Consultivo Nacional de Ética (CCNE). Este organismo, aunque conocido por su progresismo, recomienda, en el contexto del final de la vida, la generalización de los cuidados paliativos antes de cualquier cambio legislativo. El gobierno propone lo contrario.

2da contradicción: mientras que la noción misma de derecho exige que se nombren los actos tal como son en realidad, y lo que representan, el acto del suicidio asistido y de la eutanasia se esconden detrás de la “muerte asistida”, con el pretexto de que es “simple y humana”, y son calificados como cuidados. Pero el acto letal rompe el acompañamiento y destruye la noción misma de cuidado.

3era contradicción: Las residencias para personas mayores dependientes (EHPAD) exigen una implantación más sistemática de unidades de cuidados paliativos; pero el proyecto de ley introduce de facto la eutanasia en los EHPAD, según admitió la ministra de salud, Catherine Vautrin, el segundo día de los debates.

4ta contradicción: el proyecto de ley se basa en criterios eminentemente subjetivos como el “sufrimiento insoportable” y el “grave deterioro del discernimiento”, mientras que el “sufrimiento refractario” es susceptible de evaluación médica. ¿Cómo se pueden juzgar objetivamente estos elementos subjetivos? El desenlace fatal a “medio plazo”, desconcierta a todos los médicos…

5ta contradicción: el proyecto de ley quiere promover “la autonomía del paciente debilitado” a través de un pronóstico vital comprometido a corto o medio plazo; pero el precio de esta “autonomía” para morir destruye la libertad del personal sanitario, encargado de realizar la acción letal. ¿Hay algunas libertades que valen más que otras?

Finalmente, según Gènétique, se superaron “todos los obstáculos”: “el pronóstico vital, la eutanasia aceptada por un ser querido, la eutanasia considerada como un cuidado, el rechazo del voluntariado”. Patrick Hetzel, diputado que luchó contra estos abusos, no pudo contener su emoción: "La consternación y preocupación de los cuidadores son inmensas, este texto es el más permisivo del mundo".

En su magistral ensayo, La condición del hombre moderno, Hannah Arendt hace una observación que esclarece el debate en torno al proyecto sobre el fin de la vida: lo que socava a una comunidad política, según ella, es la "pérdida de poder" que se produce cuando las palabras y las acciones se divorcian, cuando “las palabras ya no revelan realidades, sino que velan y destruyen las intenciones creando nuevas realidades”. Es entonces que la violencia y la tiranía reemplazan a la paz pública.

No resultaría sorprendente que las funerarias pronto se conviertan en el centro de gravedad del macronismo, así como la Iglesia fue en su día el corazón palpitante de la ciudad.