El Sínodo que quiere salvar el Amazonas y la Iglesia

Fuente: FSSPX Actualidad

El Sínodo sobre la Amazonía se llevará a cabo en Roma del 6 al 27 de octubre de 2019. Bajo el título: "Amazonas: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral", este Sínodo reunirá en el Vaticano a más de 200 obispos provenientes de nueve países (Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela y Guayana Francesa). Deseado por el Papa Francisco, para quien "el Amazonas es una prueba de fuego para la Iglesia", el Sínodo se produce un poco más de cuatro años después de la publicación de la encíclica Laudato si', encaminada a "salvaguardar la casa común".

Pero detrás de estos temas ecológicos subyacen los temas eclesiológicos, como lo afirman abiertamente los responsables del Sínodo, encabezados por el cardenal brasileño Claudio Hummes, presidente de la Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM) y ponente general del Sínodo: "Tenemos una gran necesidad de nuevos caminos, de no temer a la novedad, impedirla ni resistirnos a ella". Esto significa claramente que se deben considerar soluciones inéditas para ayudar a la Iglesia en la Amazonía donde existe una cruel falta de sacerdotes y religiosas, y donde todos los días los fieles se adhieren a las sectas evangélicas que abundan por doquier.

Los comentarios del cardenal Hummes están basados en el Instrumentum laboris (documento de trabajo del Sínodo), hecho público el 17 de junio de 2019, donde se invita a los obispos a reflexionar sobre estos "nuevos caminos" para explorar: entre otras cosas, la ordenación sacerdotal de "hombres casados ​​y de virtud demostrada (viri probati)". En esta perspectiva, el Sínodo podría proponer "proceder a la ordenación sacerdotal de personas de mediana edad, preferiblemente autóctonas, respetadas y aceptadas por su comunidad, incluso si tienen una familia estable y constituida, con el objetivo de ofrecer los sacramentos que acompañan y sancionan la vida cristiana".

Monseñor Erwin Kraütler prefiere el término "personas casadas" a la expresión "ordenación de hombres casados". El ex obispo de Xingu, en el estado de Pará (Brasil), quien fue designado por el Papa Francisco para preparar el Sínodo, afirma sin titubear que "muchas mujeres casadas presiden las comunidades católicas indígenas en el territorio de la diócesis. Estas mujeres no se contentan con celebrar la Liturgia de la Palabra los domingos. También bautizan, preparan a las personas para el bautismo y la comunión, y visitan a los enfermos". Por lo tanto, pregunta Monseñor Kräutler, "¿por qué no sería posible ordenar a estas mujeres? Y no solo en caso de ausencia de sacerdotes o de hombres casados dispuestos a ser ordenados".

Este es el problema eclesiológico detrás del Sínodo ecológico: los obispos serán llamados a salvar la Amazonía, pero también la Iglesia con el pretexto de salvar el Amazonas... Por lo tanto, entendemos las críticas generadas por el Instrumentum laboris realizadas por los cardenales Gerhard Müller, Walter Brandmüller y Raymond Burke, pero a los defensores de una reforma radical de la Iglesia les importan muy poco. Rodrigo Coppe Caldeira, profesor de ciencias religiosas e historiador de la Universidad de Belo Horizonte, en el centro de Brasil, opina que "las críticas hechas en torno a este Sínodo son, de hecho, un nuevo capítulo en el conflicto que comenzó con la elección de Bergoglio al papado". Según él, existen "dos corrientes opuestas, ambas heredadas del Concilio Vaticano II" (tiene razón en esto; eso es precisamente el punto débil de las críticas dirigidas al Sínodo. Nota del Editor). "La primera, de acuerdo con las posiciones del Santo Padre, es considerada como la heredera legítima del Concilio, y su objetivo es hacer avanzar a la Iglesia en la dirección de nuevas perspectivas, como la ordenación de hombres casados ​​o la apertura al diaconado femenino". La segunda corriente, por otro lado, "es muy reacia al pontificado de Francisco y afirma que el Sínodo sobre la Amazonía es un intento de cambiar profundamente la Iglesia".

A nivel político, los diputados brasileños conservadores, a favor del gobierno de Jair Bolsonaro, también se han movilizado contra el Sínodo. Estos funcionarios electos decidieron celebrar una reunión los días 4 y 5 de octubre en Roma para cuestionar la forma en que el Vaticano podría abordar el problema ecológico.

En particular, rechazan automáticamente las "políticas ambientales que podrían impedir el desarrollo de la población de la región amazónica".

Este "contra-sínodo" no preocupa en nada a las autoridades romanas. El cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo, se limitó a declarar: "Estamos conscientes de que el Sínodo sobre la Amazonía provocará reacciones duras". Pero hay mucho en juego para salir huyendo". "El Amazonas incumbe a todos", agregó el cardenal Claudio Hummes en el periódico italiano Avvenire, al margen de una reunión celebrada del 19 al 21 de marzo en la Universidad de Georgetown, Washington (EE. UU.). "Lo que está en juego es el futuro del planeta y la humanidad. Porque sin el Amazonas, el mundo no sobrevivirá", agregó. - ¡Ya no se trata solamente de salvar el Amazonas y la Iglesia, sino el planeta y la humanidad! Aprovechando la ocasión para ordenar hombres casados y mujeres al sacerdocio...

Antes del Sínodo, los progresistas se preparan

Del 28 al 31 de agosto, se celebró una reunión en un convento en Belém, Estado de Pará, Brasil, para el próximo Sínodo sobre la Amazonía. Casi sesenta obispos brasileños y un número similar de sacerdotes, religiosas y laicos se reunieron para estudiar por última vez el Instrumentum laboris, que servirá de base para la reflexión durante la reunión de los prelados en Roma.

"Defendemos el Amazonas de una manera intransigente", señalaron los obispos al final de la reunión. "Exigimos que los gobiernos tomen medidas urgentes contra la agresión violenta e irracional hacia la naturaleza, la destrucción sin escrúpulos del bosque que acaba con la flora y fauna milenarias, a través de incendios provocados de manera criminal". Y añadieron: "Nosotros, obispos de la Amazonía, consideramos que este Sínodo tiene lugar en un momento crucial de nuestra historia".

En segundo plano de estos encantamientos retóricos, hay que leer el documento titulado "Hacia el Sínodo Pan-Amazónico: desafíos y contribuciones de América Latina y el Caribe", escrito en abril pasado, después de una reunión en Bogotá (Colombia), donde participaron 28 teólogos de dos organizaciones que promueven la teología de la liberación: Amerindia y REPAM.

Este documento fue publicado por LifeSiteNews el 3 de septiembre. En él puede leerse lo siguiente: "No es justo que pensemos y digamos que una sola especie debe prevalecer sobre las otras, sino que, al contrario, todas las especies tienen el mismo valor y juntas revelan las virtudes del misterio de la vida. Del mismo modo, no es justo decir que solo una religión es verdadera y las otras son decadentes, porque todas revelan el misterio de Dios, así como las distintas formas en que caminamos en la fidelidad y el amor por Dios" (86).

Por consiguiente, el documento afirma que la Iglesia católica debe pasar de una "actitud de exclusivismo intolerante a una actitud de respeto que acepte que el cristianismo no tiene el monopolio histórico de la salvación" (p.84), y que "el pluralismo y la diversidad de religiones son las expresiones de una sabia voluntad divina" (p.53), retomando la expresión del Papa Francisco y el gran Imam de Al-Azhar en su Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común del 4 de febrero de 2019.

Según este documento, una "Iglesia encarnada en la Amazonía" implica que sea capaz de "garantizar la celebración de la Eucaristía dominical en las comunidades eclesiales mediante la ordenación de sacerdotes casados​​...  Aceptar y apoyar... la teología feminista y ecológica como la base para establecer una Iglesia con su propio rostro... Discernir la oportunidad de ordenar mujeres al diaconado, así como la creación de otros ministerios específicos, de acuerdo con las necesidades de la Iglesia local" (p.81).

Con respecto al dogma católico sobre el sacerdocio, exclusivamente masculino, el documento de Bogotá lo considera como una simple "posición" modificable sobre la cual los teólogos deberían poder "reflexionar" para discernir los "signos de los tiempos". Esto es lo que escriben los 28 teólogos progresistas: "Estamos plenamente conscientes de la posición de la Iglesia católica sobre este tema. Sin embargo, recomendamos que los teólogos, respetando los parámetros de la fe y en profunda comunión con el Magisterio, puedan reflexionar libremente sobre la ordenación sacerdotal de las mujeres, enriqueciendo su análisis con recursos tomados de la psicología, sociología, antropología, historia, filosofía y hermenéutica, a fin de poder discernir la presencia del Espíritu en este "signo de los tiempos", según Juan XXIII, es decir, la presencia de la mujer en la vida pública" (105).

Además, el documento llama a "comprender y reconocer nuevamente las virtudes, el conocimiento y las cosmovisiones existentes entre los grupos étnicos ancestrales, que aún conservan la capacidad de leer y concebir la naturaleza como la verdadera madre" (p.34).

Dios es llamado el "Creador-Creadora", masculino-femenino: "La gente del Amazonas tiene sus historias sagradas, sus idiomas, sus conocimientos, sus tradiciones, sus espiritualidades y sus teologías. Todos buscan construir una "buena vida" y la comunión de los pueblos entre ellos, con el mundo, con los seres vivos y con el Creador-Creadora. Tienen la impresión de vivir bien en la "casa" que el Creador-Creadora les proporcionó en la Tierra" (p.54). Y el documento termina con una oración al "Padre y Madre de la Vida" (129).

¿Quiénes son los autores del documento de Bogotá?

El documento de Bogotá no es la elucubración de algunos teólogos de la liberación, reunidos en privado. El Instrumentum laboris romano hace referencia a su reunión como uno de los trabajos preparatorios del Sínodo, indicando en su nota 1: "Además del proceso oficial (preparatorio), se realizaron muchos seminarios en Washington DC, Roma y Bogotá, con expertos en diferentes campos y representantes de las poblaciones amazónicas, para reflexionar sobre los temas analizados aquí".

Además, cuatro personas involucradas en el trabajo del consejo pre-sinodal (en calidad de miembros o expertos) convocado por el Papa Francisco en marzo de 2018 estuvieron presentes en la reunión de Bogotá: Paolo Suess (colaborador cercano de Monseñor Kräutler, obispo miembro del consejo pre-sinodal, ya mencionado), el Padre Suess participa como experto (peritus) en el consejo pre-sinodal; Mauricio López (secretario ejecutivo de REPAM y miembro del consejo), el Padre Justino Sarmento Rezende, sacerdote y experto indígena, y finalmente el Padre Peter Hughes (también experto). Estas cuatro personas fueron, según una fuente española, los principales autores del documento preparatorio del Sínodo sobre la Amazonía en 2018. En general, se cree que el Padre Suess desempeñó un papel primordial en el Instrumentum laboris de 2019.

Los dos organismos detrás de la reunión de Bogotá argumentan a favor de la teología de la liberación bajo un pretexto ecológico. Amerindia es una organización de teólogos progresistas que, desde 1978, ha influido en los prelados de América del Sur, especialmente durante las reuniones episcopales del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), como en Aparecida (mayo de 2007) donde la redacción del documento final fue dirigida por el cardenal Jorge Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires.

Amerindia promueve las tesis de Leonardo Boff, uno de los ideólogos de la teología de la liberación, por la cual fue condenado a mediados de los años 80. Desde entonces, dejó el sacerdocio y se casó. En julio pasado, publicó en su blog auspiciado por Amerindia, un artículo, a favor de la ordenación de mujeres.

REPAM es una coalición de organizaciones al servicio del programa ecológico del Papa Francisco, fundada en 2014, presumiblemente a petición del mismo Francisco. Uno de sus miembros, Caritas Internationalis, señala que se trata del "proyecto de nueve Iglesias de la región amazónica, inspirado por el Papa Francisco y apoyado por el CELAM".

LifeSiteNews, que divulgó el documento de Bogotá, contactó a Amerindia para preguntar los nombres de los autores de esta publicación. Óscar Elizalde Prada, director de comunicación y uno de los participantes de la reunión de abril, se negó a proporcionar información sobre el autor de cada capítulo del documento de Bogotá, explicando que "como es propio del espíritu comunitario y colaborativo de nuestro trabajo en América Latina, no es posible atribuir la autoría del contenido de cada capítulo de la publicación a un autor o autores específicos. En esto, hemos seguido la inspiración de los pueblos indígenas, más preocupados por el cuidado de la casa común que por sus protagonistas, optando también por hacer un camino sinodal, dialogando y escuchando los gritos que brotan de la Iglesia en la Amazonía y el "gemido de la hermana tierra", como dice el Santo Padre en Laudato si' (LS 53).

En este contexto, no debe sorprendernos la presencia en Roma, justo antes de la apertura del Sínodo, del peruano Gustavo Gutiérrez, uno de los fundadores de la teología de la liberación. Será la figura central de una reunión organizada por la Comisión Pontificia para América Latina con motivo de la conmemoración del 40 aniversario de la Conferencia de Puebla (México). Este congreso tendrá lugar en Roma, en la Curia General de los jesuitas, del 2 al 4 de octubre, según la agencia española Religión Digital. - Cabe recordar que la Conferencia de Puebla, III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en 1979 en presencia de Juan Pablo II, presentó un documento final que es, de hecho, una versión amansada de la teología de la liberación...