China premia la fidelidad de los sacerdotes dóciles

Fuente: FSSPX Actualidad

En el marco de la campaña de sinización de las religiones emprendida por el presidente Xi Jinping, comenzó un nuevo experimento en la provincia oriental de Shandong, que combina el control digital, ahora omnipresente, con un boletín de calificaciones emitido por la administración comunista.

La ONG cristiana china ChinaAid hizo sonar la alarma: en pleno verano, del 21 al 22 de agosto de 2023, el Comité de Asuntos Étnicos y Religiosos de Shandong, órgano en manos del Partido Comunista Chino (PCC), se reunió para realizar una evaluación de la política de sinización de las religiones, es decir, el control de todas las confesiones presentes en suelo chino, en particular el cristianismo.

Las treinta personas presentes compartieron los resultados de un nuevo método de evaluación del "personal religioso", entre otros sacerdotes, que se había puesto en marcha unas semanas antes.

Un método que combina tres tipos de datos: información básica sobre la identidad del clérigo, un censo de conductas consideradas "negativas" y otro de las consideradas "positivas" según los criterios ideológicos del PCCh.

Una forma más elaborada de "control social" que permite clasificar al personal religioso en cinco niveles distintos: excelente, bueno, mediocre, deficiente y muy deficiente. Todo, por supuesto, para "promover una conciencia ideológica" de los responsables del culto, con el objetivo de aplicar las directivas decididas por el líder de Beijing durante el XX congreso del PCCh celebrado hace un año.

Este tipo de clasificación, que hace retroceder al clero al rango de niños a los que se debe educar aplicando una escala de puntos buenos o malos, es característico del método marxista, ya sea soviético o maoísta. El Partido no quiere ciudadanos, sino ejecutores de sus objetivos, que como máximo deben aceptar el papel de títeres.

Y es con ese partido y su líder supremo con quien el Vaticano firmó un acuerdo, cuyo contenido se mantiene en secreto. Esto significa olvidar el carácter intrínsecamente perverso de la doctrina que los anima. Porque los defensores de tal doctrina no consideran que un acuerdo sea vinculante para ellos en modo alguno, pero pretenden recordar a todos los implicados que la parte contraria debe cumplir su palabra. Es un mal trato, donde la víctima logra ser engañada.

Los católicos no son el único blanco

Si bien el control de los católicos chinos parece ser una de las prioridades del ejecutivo, este último también tiene en la mira las antiguas costumbres del confucianismo. 

Desde mediados de agosto hasta mediados de septiembre, la represión comunista intentó atacar -con dificultad- el "Mes de los Espíritus", período durante el cual los chinos hacen ofrendas a sus antepasados, queman dinero a su favor y lanzan numerosos petardos y otros fuegos artificiales.

Todas estas "prácticas inciviles" desean ser eliminadas por algunas provincias, en particular la de Sichuan, donde las autoridades alentaron a los seguidores de las "viejas supersticiones feudales" a "romper viejos hábitos" mediante donaciones digitales en lugar de consumir billetes.

"Para una forma más cívica de conmemorar a los antepasados, utilice las ofertas vinculadas a la cuenta WeChat del cementerio de Langzhong", se leía en un comunicado oficial.

Se constata una vez más que el socialismo al estilo chino ha logrado sinizar también la economía de mercado...