Notre-Dame de París recupera su aguja

Fuente: FSSPX Actualidad

Aún no está terminada y su estructura todavía está rodeada por un bosque de andamios, pero la familiar silueta de la aguja de Notre-Dame de París se alza ahora orgullosa en el cielo de la capital.

La promesa se cumplió: el establecimiento responsable de la reconstrucción de la catedral más famosa había indicado que la silueta de la aguja, brutalmente borrada del horizonte parisino durante el incendio del 15 de abril de 2019, sería visible "antes de Navidad". Su estructura de madera, coronada por una cruz de metal, se alza una vez más en el cielo de París a 96 m de altura.

La aguja, idéntica a la que diseñó el arquitecto Viollet-Le-Duc en el siglo XIX, será visible por el momento únicamente a través del andamio que "servirá para la instalación de su cubierta y sus adornos de plomo en 2024”, como también indicó el comunicado de prensa.

Es un logro magnífico para los carpinteros que la tallaron en los talleres y la ensamblaron pieza por pieza en el centro de la catedral, pero también para todos los involucrados que permitieron el éxito de esta etapa particularmente emblemática: directores de obra, arquitectos, colocadores de andamios, adecuación y control grúas, techadores y doradores.

Después de colocar el gallo encima de la cruz, en los próximos días, los carpinteros pasarán el relevo a los techadores y ornamentadores, quienes revestirán esta obra maestra estructural con plomo para que resista el paso del tiempo.

Se completa la restauración interior

La misma fuente precisó que, en lo que respecta a la restauración interior, "se está terminando la limpieza simultánea de los muros, las decoraciones pintadas y las bóvedas -con una superficie total de 42,000 m2- y se están desmontando progresivamente los andamios". La catedral estará lista para recibir su nuevo mobiliario litúrgico durante el último trimestre de 2024.

En octubre la catedral recibió sus vitrales. Retirados de la catedral en los días posteriores al incendio y restaurados en el taller desde hace 4 años, los vitrales superiores de la catedral están ahora de nuevo en sus posiciones.

Los maestros vidrieros sustituyeron primero los herrajes y luego los paneles de vidrio que los sostenían. En el registro inferior, estos últimos representan ángeles portando filacterias en las que están inscritos versos de las letanías a la Virgen. En las lancetas ocupan su lugar santos o figuras emblemáticas. En las aberturas circulares están representados profetas y apóstoles.

Una vez instalados los paneles, los maestros vidrieros los reforzaron con vergetas, finas barras metálicas horizontales sujetas por una especie de clavijas.

También colocaron bridas de plomo que conectan los paneles entre sí para favorecer el aislamiento del edificio y las enrollaron sobre sí mismas para evitar que sobresalgan del patrón. Estos vitrales reciben un nombre poético: rosetas. Finalmente, aplicaron selladores que tiñeron, para impedir el paso del aire a través del ventanal.

El último en ser reinstalado fue el vitral axial, que representa a Cristo coronando a la Virgen María. En el fondo de la gran nave, que habrá recuperado su esplendor, es este vitral el que dará la bienvenida a los visitantes cuando la catedral vuelva a abrir sus puertas, el 8 de diciembre de 2024, fecha que hoy parece bien confirmada.