Notre-Dame de París: polémica en torno a los vitrales contemporáneos

Fuente: FSSPX Actualidad

Dos vitrales de dos capillas laterales diferentes, que podrían ser reemplazados por vitrales contemporáneos

Con el pináculo restaurado a su posición original, parecía que la amenaza de una “innovación contemporánea” significativa en la restauración del edificio ya era historia. Pero en realidad no es así, ya que una noticia ha relanzado esta amenaza: esta vez las víctimas serían los vitrales.

RTL informó que el arzobispo de París, monseñor Laurent Ulrich, en una carta enviada la víspera de la visita presidencial del 8 de diciembre a la aguja de la catedral recientemente reconstruida, indicó su “deseo” de que el Estado ordenara “una serie de seis vitrales para las capillas laterales sur de la nave”.

El presidente Emmanuel Macron respondió: "Doy mi apoyo plenamente. Vamos a lanzar un concurso". El presidente precisó que los expertos de la Comisión Nacional de Patrimonio y Arquitectura (CNPA), “han sido consultados”.

Un proyecto que ya había sido rechazado en 2020

Sin embargo, estos últimos no recuerdan haber sido consultados ni haber dado su consentimiento. En julio, Monseñor Ulrich fue entrevistado por la CNPA, pero sobre el mobiliario litúrgico. “Al final de la audiencia, Monseñor Ulrich hizo alusión a los vitrales, diciendo que tal vez algún día se abordaría la cuestión”, testificó uno de los miembros de la comisión, pero “nadie entendió que se trataba de una solicitud oficial".

Sobre todo, porque la misma Comisión descartó, en 2020, un vasto proyecto de remodelación del interior de la catedral, concebido por la diócesis y desde entonces abandonado. El proyecto incluía bancos interconectados con iluminación y vitrales contemporáneos para determinadas capillas.

Ante la protesta, la entonces ministra de cultura, Roselyne Bachelot, expresó su rechazo: "Las grisallas están clasificadas como monumentos históricos y, por tanto, parece imposible que sean sustituidas". Bachelot también invocó la Convención de Venecia, que imposibilita de manera definitiva eliminar estos vitrales y sustituirlos por obras modernas.

Une petición en línea

Publicada en internet este fin de semana por el sitio web La Tribune de l'art, una petición que denuncia "la falta de respeto al código del patrimonio" y a la catedral, ya ha reunido más de 7,000 firmas. "Los vitrales no se vieron afectados por el incendio y están clasificados como monumento histórico al mismo grado que el monumento mismo", explicó el impulsor de la petición, Didier Rykner.

Sin importar su clasificación, los vitrales de cristal actualmente existentes serían desmantelados y expuestos en un futuro museo de la obra. Basta que el país, dueño de los muros, lo decida, con la única condición de no destruirlos. En cuanto a exhibirlos, “es absurdo, porque estos vitrales solo tienen interés in situ, como elemento arquitectónico en toda regla”, se lee en el texto.

Un concurso de artistas contemporáneos

Monseñor Ulrich es partidario de los vitrales contemporáneos, ciertamente modernos, pero también “figurativos”, que preservan una parte del arte cristiano tradicional “reflejado en los rostros y las figuras”, según sus propias palabras. El presidente de la república, en su respuesta, precisó que se ofrecería un concurso para crear estos vitrales “figurativos”.

Estos últimos acontecimientos confirman, si acaso fuera necesario, que la principal amenaza de desfiguración que pesa sobre la catedral de Notre-Dame de París no proviene del Estado francés, sino de las iniciativas de la diócesis, como lo demuestran las cuestionables elecciones de mobiliario litúrgico realizadas hace algunos meses.