¿Google y Facebook influyen en el referéndum irlandés sobre el aborto?

"Como resultado de nuestra política global destinada a asegurar la integridad de las encuestas democráticas, hemos decidido suspender todos los anuncios relacionados con el referéndum irlandés sobre la octava enmienda", declaró un portavoz de Google al diario The Independent, el 9 de mayo de 2018.

Esta "cuarentena" durará hasta el 25 de mayo, y se aplicará también a YouTube, la plataforma de videos más grande del mundo, perteneciente a Google. La empresa afirmó que esto no evitará la publicación de contenido relacionado con el referéndum en los resultados de búsqueda.

La decisión de Google tuvo lugar tras un anuncio de Facebook dado el día anterior, el 8 de mayo de 2018: "no se aceptarán las publicaciones relacionadas con el referéndum, si éstas provienen de anunciantes radicados fuera de Irlanda."

Sorprendentemente, los partidarios del aborto en Irlanda han celebrado la decisión de estos dos gigantes de la informática, pues crea "un campo de juego igual para todas las partes", según explicó Ailbhe Smith, co-directora de la campaña Juntos por el Sí.

Por otro lado, los partidarios pro-vida opinan que "la integridad electoral" es un falso pretexto para dar ventaja a los abortistas. El diario The Irish Catholic reporta que la campaña Pro Vida, Salvemos la Octava Enmienda y el Instituto Iona publicaron una declaración común para acusar a Google de un "intento de manipular el referéndum".

El cofundador de la Fundación Radiance, Ryan Bomberger, explicó en un artículo publicado por LifeSite, que, desde hace varios años, los conservadores suelen apoyarse en las plataformas de internet para luchar contra la proliferación de las ideas progresistas, promovidas por casi todos los medios de comunicación importantes.

Si Irlanda dice "no" al referéndum propuesto para legalizar el aborto, significará el triunfo de la vida sobre la "cultura de la muerte". Asimismo, habrá ganado una batalla formidable contra las técnicas de manipulación de la opinión pública en manos de las ideologías progresistas.