Un cardenal de último momento

Fuente: FSSPX Actualidad

Monseñor Domenico Battaglia

Para sorpresa de todos, acaba de nombrarse un vigésimo primer cardenal para sustituir al arzobispo de Bogor (Indonesia), que ha renunciado al cardenalato. Será sustituido por el actual arzobispo de Nápoles, un hombre cuyo perfil no podría ser más bergogliano.

Serán veintiún cardenales los que serán creados durante el próximo consistorio público ordinario que se celebrará en Roma el 7 de diciembre de 2024. Salvo novedades, como la del 22 de octubre, cuando la Santa Sede anunció que había aceptado la petición de Monseñor Paskalis Bruno Syukur, obispo de Bogor (Indonesia).

El director de la Sala de Prensa del Vaticano declaró luego que la negativa de Monseñor Syukur estaba motivada "por su deseo de crecer más en su vida sacerdotal, en su servicio a la Iglesia y al pueblo de Dios", mientras que la agencia de información religiosa cath.ch afirma que el prelado está implicado en un asunto de mala gestión de un caso de abuso en su diócesis.

El 4 de noviembre, la Santa Sede completó la lista de porporati anunciando que el Santo Padre había decidido incorporar al Sacro Colegio al arzobispo Domenico Battaglia. Después de Turín, Nápoles es la que tiene el honor de tener ahora un cardenal metropolitano.

Tras su nombramiento, el nuevo cardenal se apresuró a agradecer al pontífice argentino y añadió: "No me llame Eminencia, como algunos ya lo han hecho, para usted seré siempre Don Mimmo".

No hace falta decir que el afortunado es un prelado que no puede ser más bergogliano, como insiste la nota biográfica que le dedica el portal informativo oficial del Vaticano: nacido el 20 de enero de 1963 en Satriano, en el sur de la península italiana, Domenico Battaglia fue ordenado sacerdote en 1988. Desde 1992, desempeñó su ministerio entre los drogadictos en el Centro de Solidaridad de Calabria y se convirtió en arzobispo de Nápoles en 2021.

“Su perfil de sacerdote callejero, apreciado en el sur de Italia por su compromiso con los más pobres y los drogadictos, corresponde al que el Papa Francisco ha promovido a menudo desde el inicio de su pontificado”, subraya Vatican News, que también habría podido recordar su apoyo al camino sinodal alemán.

Al igual que su augusto mentor, el arzobispo de Nápoles no parece gozar de unanimidad, hasta el punto que la arquidiócesis sintió la necesidad de publicar un derecho de réplica en el medio online La Gazzetta del Sud, contra quienes acusan a monseñor Battaglia de estar aislado en el interior la Iglesia local y de colocar a sus amigos de Calabria en puestos clave.

“Monseñor Battaglia está 100% involucrado en la vida eclesiástica napolitana: desde el primer día quiso establecer estrechos vínculos con su clero diocesano y sus nuevos fieles”, defendió la arquidiócesis.

Una cercanía que los fieles de la misa tradicional católica no han sentido realmente: en abril de 2024, el prelado, según el sitio web missatridentinanapoli, redujo la celebración de la misa tradicional para respetar la letra del motu proprio Traditionis Custodes. 250 fieles adscritos a esta misa celebrada en el contexto diocesano protestaron, aparentemente sin mucho éxito.

Nápoles y Turín, salvo circunstancias imprevistas, tendrán su cardenal el 7 de diciembre: en cambio, ni Venecia ni Milán, sedes prestigiosas a las que tradicionalmente se confiere la púrpura, serán honradas de esta manera durante el próximo consistorio.

Un consistorio que será el décimo desde el inicio del pontificado de Francisco y que contará con once altos prelados de Europa, entre ellos cinco italianos, seis del continente americano, cinco latinoamericanos, tres de Asia, y solo uno de África recibirá la birreta roja. Finalmente, la tarde del 7 de diciembre de 2024, el colegio cardenalicio contará con 256 miembros, entre los cuales hay 141 votantes y 115 no votantes.