En Roma se exhiben las primeras figuras conocidas de un pesebre navideño

Fuente: FSSPX Actualidad

Las figurillas de la Natividad más antiguas conocidas se encuentran actualmente en una de las basílicas romanas más antiguas. Proceden de un encargo realizado en el siglo XIII por el primer papa franciscano de la historia, impactado por el ejemplo de su fundador, conocido por haber "inventado" el primer pesebre viviente, en la Edad Media.

La capilla subterránea de la Natividad en la basílica de Santa María la Mayor alberga un conjunto de varias estatuas que representan el nacimiento del Salvador, todas de mármol, esculpidas por el artista Arnolfo di Cambio, que datan de finales del siglo XIII.

Los fieles pueden meditar frente a las venerables estatuillas que se han colocado en lo alto, a la vista de todos, en la Capilla Sixtina de la basílica mariana, situada a la derecha del altar mayor.

Las figurillas fueron mandadas a hacer en 1292 por el Papa Nicolás IV, el primer Papa franciscano de la historia, como testimonio filial a San Francisco de Asís, el creador del primer pesebre viviente, unas décadas antes.

Es por lo tanto probablemente frente a este primer pesebre conocido que San Cayetano de Thiene recibió una aparición del Niño Jesús en la capilla de la Natividad, durante la noche de Navidad de 1517, y es frente a él que San Ignacio de Loyola ofreció su primera misa en 1538.

No se sabe cuántas figurillas en total componían el pesebre encargado por Nicolás IV, pero las figuras que hoy veneramos -las de San José, los Reyes Magos, el buey y el burro- forman parte del conjunto original, según Sante Guido, historiador del arte y profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana.

La figura que representa a la Virgen María cargando al Niño Jesús, por su parte, sufrió una importante restauración a finales del siglo XVI, precisa la historia del arte, que subraya que no se trata de la primera representación del nacimiento de Cristo en la historia cristiana, sino del primer pesebre en la forma que conocemos hoy.

San Francisco de Asís es el primer inventor del pesebre viviente: después de quedar impresionado por su visita a la Basílica de la Natividad en Belén, el Poverello decidió introducir la escena del nacimiento de Cristo en Occidente porque Tierra Santa ya no era accesible a los peregrinos, tras el fracaso de la Quinta Cruzada.

Para ello utilizó un pesebre lleno de heno, un asno vivo y un buey, colocados en una cueva llamada "Capilla del Pesebre" en Greccio, donde los frailes menores habían establecido una ermita colgada de la ladera de una montaña.

Tomás de Celano, el primer biógrafo del santo, cuenta incluso que Francisco fue visto un día, mientras predicaba durante la misa de medianoche, inclinado hacia el pesebre y tomando en sus brazos a un Niño Jesús que milagrosamente había aparecido...