La declaración de Monseñor Lefebvre del 21 de noviembre de 1974

Fuente: FSSPX Actualidad

Esta famosa declaración tiene una historia importante; fue compuesta por Monseñor Marcel Lefebvre en un contexto específico.

Después de la fundación de la Fraternidad San Pío X en Friburgo, el 1 de noviembre de 1970, y la apertura del seminario en Ecône, en el Valais, la calma seguía reinando a pesar de algunas dificultades menores. A partir de 1973, la situación empezó a empeorar debido a la posición inquebrantable de Monseñor Lefebvre respecto a la cuestión de la Misa. Monseñor siempre rechazó el Novus Ordo, la reforma litúrgica de Pablo VI, porque lo consideraba "envenenado", como solía expresar.

Los ataques iniciaron en Francia, donde los obispos atacaron virulentamente el "seminario salvaje" que pronto aportaría un clero tradicional llamado a ejercer su apostolado en el territorio francés. Mientras los obispos actuaban entre las sombras, la situación también se agravó en Suiza. El nuevo obispo de Friburgo, Monseñor Pierre Mamie se opuso a la Fraternidad. Monseñor Néstor Adam, obispo de Sión, desanimado por la evolución de la crisis de la Iglesia, dejó de apoyar la fundación y se distanció, a pesar de que ya había aceptado la apertura del seminario de Ecône en su diócesis.

La tormenta finalmente cayó con toda su fuerza sobre la obra de formación sacerdotal. Estalló abruptamente el 11 de noviembre de 1974, cuando Monseñor Lefebvre anunció a la comunidad del seminario la llegada, ese mismo día, de dos visitadores apostólicos. Enviados por el Papa Pablo VI, habían recibido el mandato de tres congregaciones romanas de inspeccionar el seminario. Se trataba de Albert Descamps, secretario de la Pontificia Comisión Bíblica, y Guillaume Onclin, subsecretario de la Comisión para la Revisión del Código de Derecho Canónico.

Los visitadores pasaron tres días en Ecône entrevistando a los profesores y seminaristas. Les hicieron declaraciones teológicas aberrantes y escandalosas, considerando ineludible la ordenación de hombres casados. No admitían la existencia de una verdad inmutable e incluso ponían en duda la realidad física de la resurrección de Cristo. Finalmente se retiraron, pero sin presentar ningún memorándum o informe de su visita al superior de la Fraternidad.

Monseñor Lefebvre viajó a Roma el 16 de noviembre para visitar algunas de las congregaciones. Pero al comprender que, por el momento, no se podía esperar nada, "en un acto de indignación", como él mismo diría después, escribió de un tirón, y sin correcciones, una síntesis de su posición que leería a la comunidad el 2 de diciembre. Esta síntesis se convertiría en el pretexto de la persecución contra el seminario de Ecône y su fundador.

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