
¿Demasiadas JMJ? ¿Demasiado dinero en las JMJ? Este es el debate que agita en este momento a la gente en Portugal, a pocos meses de un acontecimiento cuyo coste, publicado por la prensa, parece en más de un sentido exorbitante en un contexto económico de recesión, mientras la guerra ruge a las puertas de Europa.
Más de ciento sesenta millones de euros: los gastos previstos hasta la fecha para la 37ª edición de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) que se celebrarán en Portugal del 1 al 6 de agosto de 2023 son abrumadores... Y la oportunidad para que los partidos de izquierda se burlen de las "jornadas mundiales del despilfarro".
Pero quizás lo más comentado sea el altar y su estructura anexa que serán el escenario de la celebración de la misa papal de clausura: un imponente escenario de tres pisos con capacidad para dos mil personas, cuyo costo supera los cinco millones de euros.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, católico practicante, incluso se dirigió a la Santa Sede para pedir más austeridad: "Los fieles esperan que todo esto corresponda realmente al pensamiento del Papa que está apegado a la sencillez y la pobreza", expresó el jefe de Estado.
En Roma, se defienden de cualquier responsabilidad en la organización de lo que probablemente parecerá, una vez más, una superproducción de Hollywood: "La organización de este evento es local, y la Santa Sede no fue consultada sobre las sumas involucradas", precisó Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, devolviendo así el balón al campo lusitano.
Del lado de la Iglesia portuguesa, la incomodidad es palpable: "Reconozco que estas cifras me generan malestar", lamentó, algo avergonzado, monseñor Americo Aguiar, obispo auxiliar de Lisboa. El prelado, que está al frente de la organización de la JMJ, ha prometido revisar el presupuesto a la baja, y eliminar los gastos "no esenciales".
Sin embargo, esta polémica ha ayudado a demostrar que la JMJ es vista cada vez más por el poder político como un medio para atraer turistas -e inversores- a largo plazo: "La JMJ es un gran proyecto que movilizará a todo el país", explicó el alcalde de Lisboa Carlos Moedas, que lo ve sobre todo como una "inversión" para organizar futuros eventos que no tendrán ningún aspecto religioso.
Además, el concejal no oculta haber dado todo su apoyo a la organización de estas faraónicas JMJ. Una "inversión" bastante interesante para él, ya que la Iglesia aporta 80 millones de euros frente a los 35 millones del ayuntamiento, en infraestructuras que luego serán reutilizadas para proyectos de los que se beneficiará principalmente la ciudad.
La misma historia tuvo lugar más allá de las fronteras portuguesas, en la vecina España: la alcaldesa de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se congratula de que la JMJ organizada en su ciudad en 2011 haya permitido generar un jugoso beneficio de 350 millones de euros.
"Las JMJ pueden hacer de Lisboa un epicentro mundial", declaró Isabel Díaz Ayuso, que ya imagina los beneficios económicos para la península lusitana.
A veces se dice que el valor de una idea depende de su uso: para los portugueses, la pregunta es si la JMJ 2023 es realmente una buena idea, pero una cosa es cierta, para las ciudades organizadoras, la oración es un negocio...